viernes, 17 de abril de 2015

Mi dulce pero amargo caballero

Tú, vas y vienes, vienes y vas. Cuándo tú quieres, cómo tú quieres, dónde yo esté. Vienes me seduces y te marchas, día tras día. Yo, impaciente, te espero con ansias, porque te quiero y necesito abrazarte.
Pero tú juegas conmigo, conmigo y con todos sin excepción, ignorando sus sentimientos. Aunque a algunos los tratas con cariño y mimo, antes también me tratabas así, y lo extraño. 
Pero dime, mi eterno amor, ¿por qué ahora y no antes?, cuando te estaba esperando. Eres cruel y ruin, no deberías existir, te divierte jugar con los sentimientos ajenos, tanto para bien como para mal. Por tu culpa, me han regañado en innumerables ocasiones y me has alejado de otras para mantenerme contigo.
Echo de menos cuando eras un caballero, cada día volvías a enamorarme. Te amaba, ahora ni te quiero ver... pero te necesito. Tú, muy celoso, te enfadas y me haces la vida imposible, o para que solo sea tuya o para que no sea de nadie.
Mi celoso Morfeo, pese a todo, te necesito.
Explicación: Este texto se me ocurrió estando en clase. Luchaba por mantener mis ojos abiertos, notaba la mirada asesina de la profesora que parecía decir:"atiende, niña del demonio" (y que el tema fuese historia no ayudaba). Viendo esto, decidí entretenerme escribiéndole a Morfeo, dios del sueño, quejándome que no había acudido a la cita de la noche anterior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario