Hoy no tenía pensado escribir nada en el blog, sin embargo, leyendo un artículo descubrí una historia muy interesante: la del hombre de traje rojo y barba blanca. Efectivamente, hablaré de Santa Claus.
Soy consciente de que esto no viene mucho a cuento debido a que, básicamente, ya han pasado unos meses desde la navidad. Sin embargo, supongo que ya os habéis fijado en que me gusta hablar de las cosas fuera de su época. Aclarado todo y, puesto que no tengo mucho tiempo para distracciones, empezemos:
Muchos
estaréis pensando que el creador de este peculiar personaje fue Coca
Cola. Otros pensaréis que era un mito nórdico. Los segundos no vais por
tan mal camino.
Bien, esta es su historia:
El
Santa original nació en Turquía. Se llamaba Nicolás de Bari y era
huérfano. De pequeño, cuando murieron sus padres, se fue a vivir con su
tío, que era sacerdote. Debido a esto, él también se metió a cura,
llegando a ser obispo. Se dice que sentía un gran amor por los niños y
que era muy bondadoso, al igual que el Santa que conocemos hoy en día,
sin embargo, no era ni viejo, ni gordo, ni tenía una barba blanca. Eso sí es una invención de Coca Cola.
Parece
ser que su amabilidad por los niños le llevó a tal punto que, sin
comerlo ni beberlo, la gente del pueblo empezó a inventarse que hacía
milagros y poco a poco lo fueron convirtiendo en un santo.
Hay
una leyenda, no se sabe si esto es real o no, que dice que uno de sus
vecinos, quien no tenía muchos recursos económicos, se lamentaba por no
poder pagar la boda de sus tres hijas, y que ellas, debido a esto,
pasarían a ser unas "solteronas", desgracia para la época. Para ayudarlo, Nicolás se coló en su
casa y depositó tres bolsas llenas de monedas cerca de la chimenea. El
vecino pudo casar a sus hijas y todos vivieron felices pensando en que
debió de ser un milagro hecho por Dios. Debido a este detalle, poco a
poco se popularizó la costumbre de intercambiar regalos.
¿Y
cómo llegó Nicolás a convertirse en el Papa Noel de hoy en día? Os
preguntaréis. Bien, todo fue gracias a varios escritores de quienes
desconozco el nombre y un caricaturista llamado Thomas Nast, quienes
convirtieron al obispo en el Papa Noel vestido de verde. Más tarde, como
ya sabréis, Coca Cola lo utilizó para un anuncio y lo modificó hasta
tal punto que ahora es la única imagen que conocemos de él.
Todo
esto a los cristianos no les ha hecho nada de gracia, ya que
consideraban a Nicolás como un santo y no como un instrumento comercial.
Más tarde se olvidaron de él, como todos, y decidieron que el único
símbolo cristiano eran los Reyes Magos y que debían de respetarse.
Personalmente estoy de acuerdo en que no deberían deformar a este
personaje ya que lo han deformado completamente y en mi opinión resulta algo grosero, como si
intentaran burlarse de las creencias cristianas. Sin embargo, no estoy de acuerdo
en que decidieran olvidarse de él para centrarse en los Reyes, ya que
hay las mismas o incluso menos pruebas de que existieran que de que
existiera Nicolás.
Espero
que os haya hecho reflexionar un poco acerca de este querido personaje y
que le contéis la verdad a todos vuestros conocidos, para que la imagen
de este gran hombre ( no hablo de él como un santo ni un religioso, si
no como un gran hombre con un bondadoso corazón) perdure y regrese a
nuestras mentes.
Y puesto que me he excedido de cursi, os dejo reflexionando mientras yo me voy a cenar.Adiós.
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