sábado, 13 de junio de 2015

Un café,por favor

Estaba destrozada. Por un momento me sentí un fantasma, una ilusión.Yo no era real.A mí no me estaba pasando eso. Y es que en ese momento entendí que al amor le fascinaba jugar con las personas como si fueran pañuelos de papel de usar y tirar: una vez que están llenas de mocos y arrugadas las tira al contenedor orgánico.
Es irónica la manera con la que nos intentan advertir de los peligros del amor en las series y películas. Solo saben hablar de desamor, engaños, venganza... Y es que lo es porque en la vida real ocurre exactamente lo mismo, pero nosotros no queremos creerlo. Por ello, nos conformamos con ridiculizarlas y reírnos de ellas sin pararnos a pensar en su verosimilitud.
En aquella época yo también me reía.Ahora sé que no debí hacerlo. He conocido la verdad antes que muchos.¡Yo!Cuesta creerlo,lo sé. Ahora, después de toda esta dolorosa aventura, me atrevo a decir que me siento vieja, como si el conocimiento que debería obtener con el paso de los años hubiera recaído en mí  en un abrir y cerrar de ojos. Me siento mayor y sabia.Quién lo diría...
Hoy, 30 de abril del 2014, estoy frente al teclado del ordenador sin saber muy bien como continuar.Cada vez que me intento concentrar me quedo en blanco, como si mi cerebro fuera alérgico a las palabras, o al pasado.¿Cómo debería acabar con semejante locura?-me pregunto. No estoy segura.Supongo que cesaré la escritura hasta que mi organismo esté preparado, pero no creo que sea capaz de hacerlo. Me desespero, necesito acabar con esto de una maldita vez. Es la misma sensación de cuando estás viendo los Simpsons en Antena 3 y observas que, aún ni han pasado treinta segundos del inicio de la serie, ya están volviendo a los interminables anuncios de cinco minutos. En este delicado momento debes tomar la cruel decisión de rendirte y cambiar de canal para poner las noticias o ser fiel a estos seres amarillos y esperar pacientemente su vuelta. Aunque quizá mi caso sea menos estresante, después de todo. 
Me lo merezco por ser tan estúpida.¿Cómo había creído que lo nuestro podría funcionar?¿ Por qué pensé que mis padres me apoyarían? Después de todo, nadie me puede comprender. Todo el mundo pensará que estoy loca o que no sé lo que es el amor, y quizá tengan razón. Puede que la verdad sea que me he encaprichado, pero...¿No se basa en eso el estar enamorado? Siempre se dice que si quieres a alguien deberías dejarlo marchar,pero no son más que tonterías. O eso pensaba yo. Nadie pone a prueba este dicho a pesar de creerlo. Y es que en eso se basa el verdadero amor, en luchar por conquistar a la persona que quieres, en no dejar que se vaya. A veces creo que los humanos decimos las cosas más bien por apariencias que por honestidad.

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